¿Qué fue de… Carlos Césped?

Para los amantes del fútbol universitario de la década del 70’, su nombre es familiar. Durante toda su carrera destacó en el balompié y por eso fue siempre seleccionado de fútbol en su querida Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, donde después llegó a ser director de deportes.

Oriundo de Los Andes, estudió hasta sexto básico en su ciudad natal, para luego trasladarse junto a su familia a Viña del Mar, por el trabajo de su padre, donde terminaría la enseñanza básica y cursaría la enseñanza media.

Para Carlos Césped, el amor por la práctica deportiva y en especial por el fútbol, viene de niño. Confiesa que “nace en la infancia con la interacción en el barrio con los amigos. Recuerdo cuando niño, en una población donde vivía, éramos niños entre 8 y 15 años aproximadamente, todos fuimos motivados por jóvenes mayores para nivelar un sitio eriazo y junto a los postes de la luz, instalamos otro vertical y un horizontal. Ahí estaba nuestra gran cancha de la población y con luz a cero costo. Todos los días jugábamos hasta que nos llamaban a acostarnos. También este interés se vio reforzado en el colegio que estudiaba, ya que ahí se incentivaba bastante el deporte”.

Césped es profesor de educación física, titulado en la Universidad Católica de Valparaíso de ese entonces, actual Pontificia. Aunque también cursó estudios en Gestión, Administración y Recursos Humanos. Reconoce que “estudié dicha carrera por mi interés en la educación y en el deporte. Probablemente también incentivado porque me destacaba en dicha asignatura en la etapa escolar”.

Desde que ingresó a estudiar a primer año en 1972 fue seleccionado de fútbol y jugó durante toda la carrera, participando en cinco nacionales universitarios. Señala con nostalgia que “en esos años eran sólo 8 equipos, que eran las universidades que existían en el ámbito del deporte universitario. La Universidad de Chile, Universidad Católica de Chile, Universidad de Concepción, Universidad Católica de Valparaíso (hoy PUCV), Universidad Santa María, Universidad Técnica del Estado (hoy Usach), Universidad Austral de Chile y la Universidad Católica del Norte”.

Recuerda el año 1975, cuando como jugador de la UCV, jugaron contra la Universidad Austral, donde su técnico era Álvaro Leiva (ex presidente de FENAUDE) y rememora con orgullo el año 1976, cuando tuvo el honor de ser seleccionado chileno de fútbol universitario, selección dirigida por Sergio Lesea de la Universidad Técnica del Estado, para participar en un mundialito en Montevideo, Uruguay.

Para Césped el camino para ser jefe de deportes fue largo, expresa que “luego de terminar mis estudios, desde el año 1980 a 1986 cumplí la función de entrenador de la selección de fútbol de la UCV, misma labor que realicé en la UV en la década del 90 durante 4 años. Entre 1988 y 1990 mientras cumplía la función de Coordinador de Actividades Internas en la PUCV, tuve conocimiento de un concurso interno que se realizaba luego del término de la dictadura, ya que, varios cargos pasarían a ser llenados vía concurso público. Postulé y asumí el cargo en marzo del año 1991 y hasta el año 2019 tuve el honor de contribuir al desarrollo de la actividad física, el deporte y la recreación de dicha casa de estudios y aportar desde ahí al desarrollo de Fenaude”.



A la hora de hablar de Fenaude su voz evoca recuerdos de esa época. Parte contándonos que “en Fenaude siempre estuve dispuesto a colaborar en lo que fuese, inicialmente como Supervisor de Tenis de Mesa, luego impulsor del Ajedrez, además de presidir la Comisión de Disciplina por muchos años. También, en conjunto con los presidentes que me antecedieron, ayudé en la creación del Manual Técnico y la mayoría de los formularios que aún existen. Asimismo, y finalmente junto al abogado Oscar Tapia escribimos el actual Código de Disciplina que rige desde el 05-08-2016, un día después de que escribiéramos las últimas líneas junto al profesor Ríos en las dependencias de la casa sansana”.

Respecto a cómo llegó a ser presidente, Césped confiesa que “fue de casualidad en primera instancia, ya que el año 2010 el presidente en ejercicio renuncia por un problema administrativo que hubo y que, por cierto, era muy delicado. El primer vicepresidente no acepta asumir y como segundo vicepresidente acepto el desafío. Lo hago con el incondicional apoyo del profesor Jorge Méndez e inmediatamente le pedí el apoyo a los representantes de Santiago para que las actividades continuarán. De esa forma logramos que la organización siguiera funcionando con relativa normalidad. Luego de regularizada la situación administrativa de Fenaude, al año siguiente asumo en elecciones regulares hasta el año 2013”.

Al ser consultado sobre los mayores desafíos para el deporte universitario chileno hoy en día, Carlos señala que “el mayor desafío es hacer sentir a los gobiernos de turno y a la empresa privada, que vale la pena aportar al desarrollo de la actividad física y el deporte de este grupo etario. La Educación Superior no es la tumba del deporte, es la continuidad de la etapa escolar y juvenil. Es imprescindible para el desarrollo del país que la formación de los profesionales que dirigirán en el futuro nuestra nación tenga en su currículo, la vivencia e influencia de los valores que entrega la actividad física y el deporte”.

El profesor Césped afirma que “mi visión sobre Fenaude es muy positiva y estimo que ésta se encuentra en un momento crucial en su devenir, ya que su Plan de Desarrollo trazado ha sido realizado en forma concienzuda, participativa y además acoge los distintos énfasis que tienen las universidades en relación con la actividad física y el deporte”.



Agrega que “la importancia de Fenaude dentro del deporte universitario es innegable, ya que continúa siendo el referente del deporte de la Educación Superior y ello, debido a algunas de sus fortalezas como son su presencia en todo el país, su autonomía e independencia en la toma de decisiones, además de la gran cantidad de disciplinas que acoge, sumado a la significativa cantidad de recursos que en conjunto aporta en recintos, profesionales, colaboradores a honorarios, becas de estudio, alimentación y un largo etcétera. Dejo para el final un aspecto trascendente de Fenaude que no existe en la Educación Superior y que, por el contrario, es el pilar de nuestra organización, esto es, el sentido de lo colectivo de la organización, ya que todos colaboran para la participación de todas las instituciones. Esta característica, contraria a la realidad de la sociedad actual donde está primando lo individual, le da un plus, que bien aprovechado, sin dudas, le hace ser un referente del país”.

No podía no recordar en esta entrevista, el profesor Césped su paso como presidente de Fenaude. Y habla con emoción de ese paso rememorando esa etapa señalando que “lo primero que recuerdo es haber conocido buenos profesionales y mejores personas, algunas de ellas se han convertido en grandes amigos. Luego, el apoyo incondicional que percibí en la mayoría de los delegados. La misma actitud es la vivida en mi universidad en esa época, donde un joven profesional colaboraba con mucha fuerza y una crítica constructiva que era un buen apoyo (Gernot Hecht). Asimismo, destaco que, en dicho período, nos animamos a tener solidaridad con las zonas extremas, dejando un fondo económico para ello y también de esa época viene la estructura de zonas que hoy existe”.

Añade que “ha sido muy emocionante a través de esta entrevista darme cuenta de que he estado ligado a esta organización de distintas formas y con mucho agrado por 50 años. Hoy con mucho agrado sigo colaborando en mi zona”.

Para este amante de andar en bicicleta y la lectura, admite que sus hobbies son también cuidar sus copihues, su colección de búhos y participar de grupos de estudio y desarrollo personal. Tiene dos amores futbolísticos: Colo-Colo y Santiago Wanderers. Goza con el pastel de choclo y reconoce que sus dos libros favoritos son los clásicos “El principito” de Saint-Exupéry y “Rebelión en la Granja” de George Orwell”. A la hora de hablar de sus películas favoritas señala sin dudar que son Atrapado sin salida y El Padrino, mientras que en la música se queda con Joan Manuel Serrat, Víctor Heredia, Los Jaivas y Mozart.

Para el final señala que tiene tres hijos y un nieto que es la luz en su vida. Y nos cuenta con risas que cuando se retiró de las aulas se enteró que sus alumnos le decían Charly Pasto por años.
Un gran personaje que entregó toda su vida profesional al deporte universitario y hoy desde fuera siempre está dispuesto a cooperar en lo que se pueda. Gracias don Carlos por su entrega y siga disfrutando el merecido descanso después de toda una vida de trabajo.



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